jueves, 20 de septiembre de 2012

Educación para la salud



¿Qué es la Educación para la Salud?
La United States Comittes on Health Terminology define la Educación para la Salud como "Un proceso de orden intelectual, psicológico y social que comprende actividades destinadas a incrementar la aptitud de los individuos  a tomar decisiones (con conocimiento de causa) que afectan a su bienestar personal, familiar y social" Este proceso, inspirado en principios científicos, facilita el aprendizaje y el cambio de comportamiento tanto a nivel del personal de salud como de los consumidores.

En una encuesta realizada por el Consejo de Europa existía una gran diversidad de criterios en las definiciones que los distintos gobiernos  dan a la Educación para la Salud. No existe una definición que pueda calificarse de homogénea entre los países europeos. Sí podemos hablar de unas bases o requisitos en los que todos los expertos están de acuerdo. El término Educación para la Salud es una evolución más moderna que el de Educación Sanitaria.

La Educación para la Salud no puede conceptuarse como una mera información médica o sanitaria, realizada por médicos o sanitarios exclusivamente, sobre temas generalmente de enfermedad  y no de salud y utilizando los medios publicitarios usuales en lo que se denomina tradicionalmente Luchas y Campañas. La población a la que van dirigidas estas actuaciones se comporta únicamente como sujeto pasivo, recibe una información y pone muy poco o nada de su parte para alcanzar los objetivos propuestos.

¿Qué implica la Educación para la Salud?
La Educación para la Salud implica de entrada una información adecuada sobre el tema que se trate, no necesariamente proporcionada por profesionales sanitarios, pero a continuación, y como consecuencia de aquella, una concienciación individual sobre la responsabilidad propia en relación con su estado de salud y un cambio de comportamiento y actitudes hacia otras más saludables.

Las fases indispensables que comprende el moderno concepto  de Educación para la Salud son las siguientes:
-       Información con base científica.
-       Concienciación responsable.
-       Cambio de actitud o hábitos.

El individuo debe dejar de ser un sujeto pasivo y tomar una parte activa en el mantenimiento e incremento de su propia salud. La intervención de la comunidad en los programas de Educación para la Salud debe estimularse desde la fase inicial de planificación, aportando ideas y, sobre todo, los temas objeto de interés y salud.
El personal sanitario no tiene la exclusiva competencia sobre estos temas. Su papel está claro. Proporcionar la información técnica o las bases de la información científica para los programas de educación que se determinan y actuar de mediador o "multiplicador" en lo que se refiere al cambio  de comportamiento hacia otro más saludable.

Los “consumidores de salud”
En la mayoría de los países occidentales se están creando organizaciones de "consumidores de salud" que están estimulando las actuaciones de los gobiernos en materia de Educación para la Salud y que integran a sectores de la comunidad: maestros, educadores, empresarios, obreros, trabajadores sociales, asociaciones de vecinos y de padres, etc. La aportación más importante de la Educación para la Salud, en contraposición a la Educación Sanitaria tradicional, es la creación de un sentido de responsabilidad hacia la propia salud, la de la familia y la de la comunidad
En consecuencia, la Educación para la Salud no depende únicamente del sector sanitario; va más allá de los distintos estilos de vida sanos para aspirar a la consecución del bienestar. Se la puede considerar como una labor comunitaria que requiere un trabajo interdisciplinar y desempeña las siguientes funciones:
- Una función educativa (porque permite cambiar hábitos y actitudes)
- Una función social (porque contribuye al desarrollo comunitario)
- Una función preventiva (porque potencia la Salud)
La pedagogía de la Salud se sustenta en tres pilares fundamentales comunicados entre sí: la familia, los centros educativos y la sociedad.

La carta de Ottawa
La Carta de Ottawa para la Promoción de la Salud, establece que: “la Educación para la Salud es el proceso que proporciona a las personas los medios necesarios para ejercer un mayor control sobre su propia salud y así poder mejorarla”. Para alcanzar un estado de completo bienestar físico, mental y social, cualquier persona o colectivo debe poder discernir y realizar sus aspiraciones, satisfacer sus necesidades y evolucionar con su entorno o adaptarse a él.
La salud se contempla, por tanto, como un recurso para la vida cotidiana y no como un objetivo vital; se trata de un concepto positivo que potencia tanto los recursos sociales y personales como la capacidad física.



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